En una aldea muy pobre vivía un hombre ya mayor con su hijo, que por toda fortuna tenían un viejo caballo que utilizaban para trabajar llevando la carga de la cosecha. Un día en el pueblo se produce una fuerte tormenta y, con los rayos y relámpagos, el caballo se asustó, se soltó de sus ataduras y escapó.
A la mañana siguiente, todo el pueblo se enteró de la noticia, se acercaron a él y le transmitieron su pesar. Qué pena, hombre, ahora cómo podrás arreglártelas sin el caballo para el trabajo, ya es una fatalidad que se escapara.
El hombre, con una expresión impávida, dijo: "Quién sabe lo que es bueno y lo que es malo..."
Al día siguiente, el hombre por la mañana descubrió que en la parte trasera de la casa, había vuelto su caballo con otros caballos salvajes venidos del monte. Todo el mundo se alegró en el pueblo, y fueron a dar la enhorabuena al hombre, diciéndole Ahora serás rico, podrás vender estos caballos y así tener un campo y una casa mejor.
Y el hombre volvió a responder a las bienaventuranzas: "Quién sabe lo que es bueno y lo que es malo..."
Su hijo, que era un muchacho joven y curtido, comenzó a domar a los caballos salvajes, pero con tan mala suerte, que uno de los caballos lo tiró al suelo y el joven se rompió una pierna. Todos en el pueblo acudieron a ayudar a entablillar la pierna del joven. Todos estaban apenados, ya que el joven era el único apoyo que tenía el hombre mayor para realizar la doma de los nuevos caballos, y volvieron a su casa diciendo Qué pena, ahora no podrás domar los caballos y encima te gastarán comida.
El hombre volvió a repetir: "Quién sabe lo que es bueno y lo que es malo..."
De ahí a unos días llegan al pueblo unos delegados del Rey, reclutando a todos los jóvenes de la aldea para que fueran a la guerra. Todos estaban horrorizados salvo el hombre mayor, ya que su hijo sería el único que no se llevarían, y entonces volvió a repetir:
"Quién sabe lo que es bueno y lo que es malo..."
...
A veces, es cuestión de
encontrar sentido a las cosas que NOS ocurren
En la distancia y el tiempo, es más fácil descubrir que todo pasa por algo y tiene un sentido... una oportunidad, un aprendizaje, un cambio, un despertar, ...
- El reto es confiar en ello en el día a día -
¿Te viene a la mente alguna situación vivida por ti en este sentido? ¿Cuál? 
¿Qué te aporta esta visión frente a un suceso aparentemente "malo"?
¿De qué te das cuenta? 
¿Cómo vas a afrontar el próximo suceso "malo"?
Escribir comentario