¿Es Tu Presente Como Habías Soñado Tu Futuro?

 

 En mi caso, las siguientes ocasiones en las que me hicieron esa pregunta fueron de cara decidir la rama de bachillerato que quería elegir y, una vez finalizada ésta para plantearme si seguir estudiando y qué estudiar.

 

 Por entonces mi capacidad de soñar, mi autoconocimiento y las influencias externas únicamente permitían visualizarme triunfando dentro de una gran empresa, siendo valorado y reconocido dentro de mi sector y por supuesto ganando mucho dinero...

 

Ahora me pregunto, ¿Haber ampliado mi autoconocimiento en aquel momento, haber conectado con mi esencia, haberme permitido soñar desde allí y retar mis creencias ... hubieran cambiado algo sobre mi sueño de entonces?

 

 Y para ti, ¿Crees que hubiera cambiado algo sobre tu sueño? 

 

En este contexto, para guiar mis siguientes pasos me aferré a lo que tenía más a mano: las valoraciones sobre las carreras con más futuro y las calificaciones obtenidas en las distintas materias.

 

En aquella época, se hablaba mucho del prometedor futuro de las Telecomunicaciones y, viendo mis notas en las distintas asignaturas, parecía obvio. Cinco años más tarde me graduaba como Ingeniero de Telecomunicaciones.

 

 Y tú, ¿ En base a qué quieres decidir/has decidido/decidiste tu profesión? 

 

 Con el paso del tiempo, percibí que le faltaba algo a mi carrera profesional... trabajaba como ingeniero Telecomunicaciones, había pasado por empresas grandes y pequeñas.... y ... estaba desmotivado, me sentía algo insatisfecho y estancado y no tenía ni idea hacia qué rumbo dirigirme en mis próximos pasos.

 

 Y a ti, ¿te falta/te ha faltado algo en tu vida profesional o personal? 

 

 Me preguntaba si había cambiado mi sueño o si llevaba años trabajando en el que no era mi sueño. Nunca lo he llegado a saber, lo que si que se es que los sueños cambian y requieren tiempo:

• Tiempo para dedicarse a uno mismo y conocerse mejor: los valores que nos guían, nuestras inquietudes, nuestras virtudes, lo que nos gusta, lo que no queremos, nuestros estados de ánimos, etc. 
• Tiempo para descubrir nuestros los sueños, identificarlos, darles forma y recrearlos, visualizándonos en ellos, reconociendo y disfrutando las sensaciones de estar viviendo nuestros sueños. 
• Tiempo para diseñar el camino que nos permita alcanzarlos. 
• Tiempo para identificar nuestras emociones, ver sus implicaciones y gestionarlas en favor de nuestros sueños.
• Tiempo para revisar, tanto esos sueños como nuestras acciones.
• Y lo más importante, amar y remar a la vez, es decir, disfrutar “el aquí y ahora”, disfrutar de cada paso de nuestro camino. El destino podrá cambiar, podremos no llegar por voluntad propia o por circunstancias, sin embargo, la felicidad está en el camino.

 

 “Si no encontramos el valor tras el objetivo el viaje puede comportar años de dificultades y sufrimientos” Joseph O’Connor.

 

¿Te has dedicado ese tiempo?, ¿Te lo vas a dedicar?, ¿Cuándo?

 

En aquél momento de desconcierto, me tome esos tiempos, sin embargo, seguía sin descubrir lo que me faltaba, y es que estaba obviando los aspectos más profundos y menos racionales... para mí los más difíciles.

 

De esto me di cuenta durante el proceso de Coaching que realicé en mi último intento de solventar la situación. En concreto, mi Coach me acompaño y ayudo a:

 

• Tomar conciencia de mis valores, lo cual me permitió diseñar un futuro coherente y motivador, a la vez, que entendí el origen de muchas de mis emociones, pues cuando no actúas alineado con tus valores, sientes que algo internamente no va bien.
• Descubrir y tener presente mis puntos fuertes y virtudes, aquellas cosas que me aportan energía y cuales otras que me la restan.
• Identificar y aceptar mis emociones para después poder gestionarlas, es decir, desarrollar mi inteligencia emocional.
• Ser consciente de aquellas creencias que de alguna manera estaban presentes en mi día a día: retando aquellas me limitaban, rompiendo paradigmas, descubriendo nuevas formas de percibir la realidad e intensificando aquellas que me potencian.
• Ser sincero conmigo mismo, destapando aquellas cosas que me dolían, que me frenaban y esas conversaciones internas (ese runrún , a veces inconsciente) que no me permitía vislumbrar mis sueños.

 

Ese fue el verdadero punto de partida, hacia mi nuevo sueño y pasión que algunos ya conocéis:

 

 

"Ayudar a adultos y jóvenes a que vivan algo bien distinto…que encuentren un trabajo que les apasione y que no tengan que trabajar jamás! Y a ayudar a las Mamás, Papás y profes a que acompañen a sus niñ@s en este sentido."

 

Ahora cuando me preguntan que quiero ser de mayor, lo tengo claro, quiero ser pequeño, para ser capaz de soñar y recrearme en mis sueños cada día!

 

 

 

 Y tú, ¿Qué quieres ser de mayor?, ¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo sería alcanzarlo? ¿Qué sensaciones percibes?